• RESISTENCIA. ALERTA ROJA EN EL CAMPO. CAMPESINOS MOVILIZADOS. CORTE SUPREMA DE INJUSTICIA PONE EN PELIGRO A MILES DE COMPATRIOTAS DE TIERRA ADENTRO.

    La Decisión arbitraria de la Corte Suprema de Injusticia, parcializada con los grupos de poder en el país, al declarar inconstitucional el DECRETO 18/2008, que permite la legalización y la dotación de las tierras a favor del Campesino hondureño, ha puesto al desnudo, la anarquía general implantada por los grupos de poder que controlan la administración del Estado y sus instituciones.

    El grave riesgo a la soberanía alimentaria y la seguridad de más de setenta mil familias en el campo, con repercusiones en el bienestar de las grandes mayorías de la población bajo niveles de subsistencia, parece no importarle ni un comino a los ricos y poderosos que desconocen las necesidades y provocan el descontento de este pueblo. Nuestras familias Campesinas  están a merced de muerte por los numerosos grupos mercenarios de la oligarquía agro industrial y las fuerzas represivas del Estado que se ensañarán aún más con este adefesio jurídico, preñado de indefensión,  contra hombres, mujeres niños y ancianos de tierra adentro en el más vil acto de injusticia que se ha pueda dar en la historia trágica de Honduras.

    Los ingredientes de descontento general están dados; nos llevan en una tragicomedia sin precedentes, hacia una vorágine .que no tiene fin y cercan a todo un pueblo en el totalitarismo del siglo XXI. Con un rosario de mentiras y de falacias, lanzan  un velo de engaño hacia la Comunidad internacional, para continuar en su plan maquiavélico de enriquecimiento y reconocimiento internacional. Bajo un manual macabro de negocios denominado “Visión y Plan de País”, disfrazado de "humanismo cristiano”,  de proyección a 30 años, pretenden someter a los hondureños en el oscurantismo y en la esclavismo, con sus generaciones venideras y nos retrotrae a cinco siglos atrás de ignominia, muerte e inquisición. 

    La cadena de arbitrariedades es interminable, desindexaron el salario mínimo de los Estatutos, terminaron con el Estatuto del Docente para privatizar la Escuela pública y la entregaron ya en bandeja de plata a los interés privados, razonando iniquidad social. El concesionamiento de los Recursos Naturales a inversionistas poderosos. Con esta explotación y apropiación de los ríos de Honduras - se aseguran ganancias millonarias en proyectos hidroeléctricos a treinta años en las mancomunidades de tierra adentro, harán  de estos sus propiedades privadas dejando una estela de miseria, pobreza, abandono, desolación y enfermedades a la población a largo plazo.

    Campesinos están prestos a defender su matria, el suelo patrio, su pedazo de tierra para la subsistencia, para la heredad de los hijos, darán su vida si es preciso y no se doblegarán frente a los poderosos que lo quieren todo a cambio de nada,  por el dominio de la fuerza de la recalcitrante oligarquía que nos conduce al sometimiento certero por caminos de muerte, de oscuridad y de ignominia.

    La alarma está dada en el campo y las fuerzas populares de miles de Campesinos en todos los rincones de Honduras, sumados a la solidaridad de lucha de centenares de compatriotas representativos de todos los sectores sociales y populares se preparan a  resistir la embestida del Régimen Golpista de Porfirio Lobo y los anárquicos poderes de El Congreso Nacional y de la Corte Suprema de Injusticia

    La continuidad del Golpe de Estado nos lleva por caminos de caos y de ruina. Con los seis meses consecutivos de movilización diaria que precedieron al fatídico 28 de Junio,  la resistencia ha dado  muestras del descontento del pueblo hondureño. Este accionar ha  creado una acumulación de fuerzas y esperanzas.- Pasamos el último año de la fase de movilización a otra fase, de recomposición, formación. y organización con 298 municipios representantes del Frente Nacional de Resistencia Popular a la gran Asamblea Popular en medio de grandes movilizaciones como será el  26 de Febrero de 2011.La continuación y profundización de la crisis, social, política, alimentaria, no permite parches ni recomposición social. La refundación es la alternativa. Tratan de maquillar, aparentar reformas al actual régimen constitucional, pero estas no funcionan. Han derogado el decreto que titulaba las tierras en nombre de esta Constitución. Esta actual la hicieron el grupo oligarca terrateniente, banquero, los Diputados comprometidos del Congreso de la República, En nombre de esa fallida Constitución derogan el Decreto 18/2008, El Estatuto del Docente hondureño. En nombre de esta seguridad jurídica emiten La Ley Antiterrorista, en nombre de la libertad del capitalismo como tal, pretenden instalar enclaves que antes fueron el  bananero, que en su ejecutoria,  ponía y quitaba Presidentes, en el marco de la Teoría Neoliberal.

    Vivimos hoy, otro momento histórico, hemos visto lucidez de un pueblo, que reconoce    que son los grupos de poder que están haciendo todo esto. José Manuel Zelaya quiso cambiar la historia de este pueblo  y le dieron golpe y lo sacaron del país

    El Frente Nacional de Resistencia agrupa1a mayor fuerza popular y por lo tanto es el sujeto político de mayor importancia en Honduras. Rechazaremos con toda la fuerza el manipuleo, no más represión, no más entrega de la soberanía nacional. Enfrentamos un nuevo año de grandes luchas grandes retos, grandes desafíos, no más   desmanes del grupo oligárquico acostumbrado a manejar el poder político, el poder económico, el poder militar, el poder religioso y que pretende continuar torturando a este país.

    Nos organizamos en las estructuras de base para llegar a la Gran Asamblea Nacional del próximo 26 de Febrero de 2011. Vamos hacia el Poder de la Nación y con ello a la Asamblea Nacional Constituyente para crear una nueva Constitución popular y  refundacional para el pueblo hondureño.


    Mario Díaz. “EL LIBERTADOR” 24 de Enero de 2011


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  • Amatina fait l’apprentissage de la propriété communale.

    Dans la lutte pour que le peuple puisse concrétiser le droit au logement face aux phénomènes du “latifundio” urbain et de la spéculation immobilière, le Mouvement des Habitants (Movimiento de Pobladores) fait l’expérience de la propriété communale.

     

     

    La nouvelle Communauté Socialiste Amatina s’établira dans les hangars récupérés du grand groupe privé “Polar” à Antímano, à la suite de la décision du Président de la République Hugo Chávez d’approuver l’octroi de 126,2 millions de bolivars pour la construction de 120 logements.

    Selon l’organisation Campement de Pionniers qui a mis le doigt sur ces terrains sous-utilisés et reçu les ressources, ce processus signifie que parmi les principes de la collectivité figurent l’accès au logement comme un droit, fortifié par un processus d’autogestion, de vie en commun et de travail militant.

    Le groupe réaffirme la propriété communale comme décision collective de l’usage social des espaces.

    “La propiété communale signifie que nous sommes tous propriétaires de l’aire oú habite la communauté, dans le respect de la propriété dont chacun jouit pour son logement propre”, explique Iraima Morocoima, porte-parole.

    “Avec le travail militant, tous ensemble, même si nous ne sommes pas tous ouvriers, nous allons participer au chantier, et cette vie en commun va permettre le développement durable de la communauté”.

    Pour Wilmer Rodríguez, membre du Campement de Pionniers qui organise un projet semblable à Baruta, “les gens restent vivre dans le quartier à cause de l’enracinement qui vient de la construction initiale par chacun de son propre foyer, même s’il s’agit d’une baraque. C’est pourquoi nous nous proposons mantenant d’inclure la communauté dans la construction non seulement de son logement mais de l’habitat dans son ensemble”.

    Une femme d’Antímano

    Amatina était l’épouse du cacique indigène Antímano. Lors de l’invasion espagnole, Antímano vivait ses dernières années et c’est son épouse qui se chargea de résister aux forces colonisatrices. C’est pourquoi les membres du Campement de Pionniers ont choisi ce nom comme symbole de la lutte contre les exploiteurs.

    Le groupe a surgi comme une proposition des organisations de base d’articuler la construction autogérée de logements. Depuis six ans, il dénonçait le sous-emploi de terrains aptes pour la construction. En plus de l’autoconstruction de ces logements, ce collectif propose la planification participative, les savoirs populaires, l’assistance technique, et la transformation intégrale des quartiers populaires.

    Source : Andrés Paravisini Rodríguez/Ciudad CCS

    Photo : Luis Bobadilla

    Traduction : Thierry Deronne, pour La revolución Vive


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  • Parler la dictature de Ben Ali



    Myriam Marzouki


    Depuis trois semaines, une effervescence médiatique sans précédent rattrape deux décennies de mutisme, de mensonges et d'ignorance sur la nature du régime tunisien. La révolution de janvier oppose un démenti cinglant à tous les discours de complaisance ou de complicité qu'il est inutile de recenser ici : un wall of shame se construit actuellement sur Facebook pour archiver la succession des déclarations honteuses des responsables français depuis la prise du pouvoir par Ben Ali en 1987.

    Comment expliquer que de si nombreuses voix tunisiennes, depuis près de vingt ans, aient alerté l'opinion publique sans être entendues ? Comment comprendre qu'après tant de rapports de la Ligue tunisienne des droits de l'homme relayés par la Fédération internationale des droits de l'homme (FIDH), Amnesty International, Reporters sans frontières, la Tunisie ait continué à passer pour le pays ami vanté par les slogans publicitaires ?

    Ben Ali a d'abord réussi, à l'intérieur du pays, à réduire la parole publique autorisée à un niveau de médiocrité rarement atteint. J'ai vécu, enfant, en Tunisie le "coup d'Etat médical" du 7 novembre 1987 et grandi dans le régime de Ben Ali. Comme tous les proches, conjoints et enfants des militants des droits de l'homme, journalistes et opposants - Sihem Ben Sedrine, Hamma Hammami, Radhia Nasraoui, Taoufik Ben Brik parmi tant d'autres -, j'ai été, plus que le reste de la population tunisienne, et plus tôt qu'elle, peut-être, exaspérée par la prose perverse du régime parce que nous avons été confrontés à l'écart entre le discours public et le prix que ces adversaires du régime ont payé individuellement - grèves de la faim, emprisonnement, harcèlement de tout ordre, procès arbitraires.

    En 1992, après avoir quitté la Tunisie, où j'ai grandi, pour étudier en France, chaque retour a d'abord été le choc du contact avec la langue de la dictature. N'en déplaise à Frédéric Mitterrand, la Tunisie de Ben Ali a bien été la moins équivoque des dictatures, pour qui se donnait la peine d'ouvrir les yeux et de ne pas se boucher les oreilles. De l'arrivée à l'aéroport jusque dans la plus misérable des échoppes, dans les halls d'hôtel clinquants, sur les routes, des affiches de Ben Ali ornées de slogans à la gloire de l'"Artisan du changement" : "Ensemble derrière Ben Ali" ou encore "Ben Ali, on t'aime".

    Dans les taxis, impossible d'éviter l'omniprésente RTCI, Radio Tunis Chaîne Internationale : entre la millième rediffusion d'un tube ringard de pop occidentale - Whitney Houston ou Elton John - et un échange navrant avec un auditeur, le flash info : inlassablement, avant les brèves indigentes de l'actualité internationale, une série de communiqués lus par le "journaliste" porte-voix du régime, du type : "Le président Zine El-Abidine Ben Ali incite en permanence les associations et les organisations nationales à adhérer avec une responsabilité totale et avec efficience à la vie publique et au processus de développement global."

    On n'a pas seulement étouffé un peuple en le privant de tout espace de parole et de contestation mais aussi en produisant une novlangue inédite, hybridation monstrueuse de verbiage technocratique, de lexique pompeux, d'un usage délirant de la majuscule : l'"Ere du Renouveau", la "Voie du Développement ", la "Promotion du Changement" ont noirci des milliers de pages des journaux officiels que plus aucun Tunisien ne se donnait la peine de lire depuis de nombreuses années.

    Il faudrait de toute urgence archiver tous les numéros de La Presse, l'organe de propagande bénaliste où l'on pouvait lire à longueur de pages des prouesses stylistiques telles que : "Les journalistes tunisiens ont salué hautement le souci permanent du président Zine El-Abidine Ben Ali de promouvoir davantage le paysage médiatique tunisien, en cohérence avec la mutation qualitative du secteur de la communication, dans le monde, de manière à servir les ambitions de la société tunisienne, préserver son identité civilisationnelle et accroître davantage le rayonnement de la Tunisie, à l'échelle régionale et internationale, dans le cadre de l'engagement pour la crédibilité, l'objectivité et l'allégeance à la Tunisie."

    Comment a-t-on pu penser si longtemps que les symptômes de la dictature sont uniquement l'assassinat politique en pleine rue ? Le cas tunisien a témoigné avec une forme de génie de la bassesse que la dictature manifeste aussi dans l'instrumentalisation des discours que les opinions et les dirigeants occidentaux veulent entendre.

    C'est ainsi qu'au moment où de plus en plus de voix, tunisiennes et occidentales, commençaient, dans les années 1990, à alerter sur la situation des droits de l'homme, le régime tunisien a inventé une ahurissante propagande en faveur des droits de l'homme, promouvant à tout-va la liberté d'expression dans un pays où presque aucun journal occidental d'information n'était disponible dans le hall d'un aéroport international, où Libération et Le Monde entraient au compte-gouttes, régulièrement interdits pendant plusieurs mois. En revanche, quotidiennement, les Tunisiens se sont vu infliger une prose pathétique, voire comique.

    Alors même que tous les journaux d'opposition étaient peu à peu laminés, alors que le droit d'association était supprimé, qu'aucune manifestation n'a jamais été autorisée, pendant que les opposants politiques étaient harcelés, on pouvait lire dans La Presse en 2010 : "Les journalistes tunisiens célèbrent cette fête dans l'engagement à accomplir le rôle qui leur revient dans la consécration des attributs d'une société moderniste et ouverte fondée sur les principes de liberté, de démocratie, de dialogue, de pluralisme et d'acceptation de l'opinion contraire."

    Cette détermination puise sa force dans la volonté politique du président qui ne cesse d'accorder au secteur de l'information et de la communication une attention particulière et un appui constant et qui oeuvre inlassablement à renforcer davantage le rôle de ce secteur dans l'impulsion du processus démocratique pluraliste, à travers la consécration d'une information libre, pluraliste et objective qui répond aux aspirations et aux intérêts du citoyen et qui interagit avec ses préoccupations et ambitions, sur la base du principe que la responsabilité est le corollaire de la liberté.

    J'ai aussi le souvenir surréaliste d'un Festival du logiciel libre organisé dans le port de plaisance d'une ville touristique : des chaises en plastique, vides, surmontées de bannières blanches avec des slogans, quelques types en bermuda et tongs, avachis derrière un ordinateur, écran éteint, et des touristes en short flânant devant, indifférents.

    La cause des femmes, extraordinaire caution auprès des opinions publiques occidentales, a elle aussi été totalement manipulée par le régime de Ben Ali. Voici ce qu'on pouvait lire par exemple dans La Presse en 2003 : "Ouvrant les travaux du congrès, présidé par Chadlia Boukhchina, présidente de l'Union nationale de la femme tunisienne (UNFT), M. Kamel Haj Sassi, secrétaire d'Etat auprès du ministre de la culture, de la jeunesse et des loisirs, a souligné l'intérêt dont bénéficie la jeune fille tunisienne depuis le changement et la place stratégique qu'elle occupe dans l'échelle des priorités du projet social du chef de l'Etat, relevant que la jeunesse féminine est une pionnière dans l'action menée par les associations féminines en matière d'encadrement, d'enracinement des valeurs du Changement et de sensibilisation aux défis de la modernité."

    Il n'y a pas jusqu'à la cause environnementale qui n'ait été elle aussi récupérée : alors même que le développement d'un tourisme de masse aux mains de la clique au pouvoir a accéléré une destruction sans précédent du littoral, tous les Tunisiens ont eu l'occasion de se voir gratifier, jusque dans la ville la plus modeste, d'un boulevard de l'Environnement, avenue sinistre, vaguement agrémentée de trois misérables palmiers et de quelques lauriers flétris.

    Cette langue absurde et vide imposée dans les frontières d'un pays cadenassé a été soutenue en écho, à l'extérieur, et tout particulièrement en France, par le discours de nombreux responsables politiques, agences de communication et éditorialistes influents. Les arguties lexicales sur la nature du régime tunisien sont le symptôme criant de l'incapacité et du refus franco-français à distinguer le signifiant du signifié. La Tunisie de Ben Ali a servi sur un plateau doré tous les signes démocratiques que l'Occident voulait voir : des femmes cheveux lâchés, des plages accueillant des touristes autorisées à s'exhiber en monokini, des supermarchés remplis, des entreprises accueillies à bras ouverts, une libéralisation des services, une coopération active en faveur de la lutte contre le terrorisme.

    L'histoire de la relation franco-tunisienne pendant deux décennies est celle d'un aveuglement volontaire, d'une acceptation de tous les signes clinquants d'un toc démocratique. Elle est l'exemple de la complaisance à l'égard du discours de communication, de la capacité des démocraties à rester les yeux figés sur un décor. La fin de la dictature tunisienne est à l'image grotesque de ce qu'on aurait pu qualifier de "dictature d'opérette" si tant d'hommes et de femmes n'avaient pas payé pendant près d'un quart de siècle le prix d'une véritable oppression.

    Un despote gominé fuyant en avion, une régente de Carthage se réfugiant quelques jours dans un hôtel de carton-pâte à Disneyland avec une tonne et demie d'or sous le bras : quand les signes de la fin de l'ancien régime sont devenus à ce point criants, il est devenu impossible à la France, aux médias et aux responsables politiques de conserver ses "éléments de langage" sur la Tunisie.





    Merci à Le Monde
    Source: http://www.lemonde.fr/idees/article/2011/01/22/parler-la-dictature-de-ben-ali_1469124_3232.html#xtor=EPR-32280229-[NL_Titresdujour]-20110122-[opinions]
    Date de parution de l'article original: 22/01/2011
    URL de cette page: http://www.tlaxcala-int.org/article.asp?reference=3444


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  • Entraves au retour d'Aristide en Haïti: la preuve d'un manque de respect consternant



    Mark Weisbrot

    Traduit par  Chloé Meier
    Edité par  Fausto Giudice

    L'infâme ex-dictateur "Baby Doc" Duvalier a pu rentrer en Haïti cette semaine, contrairement au premier président élu du pays, Jean-Bertrand Aristide. Voilà qui en dit long sur la politique du gouvernement américain vis-à-vis de Haïti, et sur le peu de respect dont il fait preuve envers la démocratie dans ce pays et dans cette région.

    Interrogé à propos du retour de Duvalier, sous le régime duquel des milliers de personnes ont été torturées et assassinées, le porte-parole du Département d'État des États-Unis, P.J. Crowley, a déclaré: « c'est une affaire qui regarde le gouvernement et le peuple d'Haïti »Haïti n'a pas besoin d'un fardeau supplémentaire ”. Mais interrogé sur le retour d'Aristide, il a dit : « A ce stade, Haïti n'a pas besoin d'encore plus de fardeaux. »
     
    Les câbles diplomatiques publiés la semaine dernière par WikiLeaks montrent que Washington fait pression sur le Brésil, qui assure le commandement militaire des forces des Nations Unies déployées en Haïti, pour empêcher Aristide non seulement de revenir au pays, mais également d'avoir quelque influence politique que ce soit depuis l'extérieur.
     
    Qui donc est ce dangereux personnage dont Washington a si peur? En 1996, le Washington Post le décrivait en ces termes: "Élu à une écrasante majorité, renversé par un coup d'État et réinstallé au pouvoir par l'armée américaine, cet ancien prêtre populiste a aboli une armée répressive, pratiquement mis un terme aux violations des droits de l'homme, tenu largement sa promesse de promouvoir la réconciliation, organisé des élections mouvementées certes mais régulières et tenu son engagement de quitter sa fonction au terme de son mandat. Un formidable bilan. "
     
    Tel était le ton avant le lancement par Washington d'une campagne visant à destituer Aristide une seconde fois. À partir de 2000, conjointement avec leurs alliés internationaux, notamment le Canada et la France, les États-Unis ont supprimé la quasi-totalité de l'aide destinée à Haïti et consacré des dizaines de millions de dollars à la création d'un mouvement d'opposition. En février 2004, avec l'aide de voyous armés, de meurtriers et d'anciens chefs d'escadrons de la mort, ce mouvement, qui contrôlait la plupart des médias, a renversé un gouvernement brisé et exsangue.
     
    La principale différence entre le coup d'État de 1991et celui de 2004, c'est que le président américain, George H.W. Bush, n'a pas reconnu le premier, pourtant organisé par des gens à la solde de la CIA; il fallait au moins faire semblant de ne pas avoir été impliqués. En revanche, en 2004, sous présidence de George W. Bush, on ne s'est même pas donné la peine de cacher quoi que ce soit, une attitude qui reflète la dégénérescence de la politique étrangère des États-Unis.
     
    Il y a peu, lors d'une conversation avec un membre de longue date du Congrès américain, j'ai avancé qu'en 2004, Washington avait renversé Aristide parce qu'il avait aboli l'armée haïtienne. "C'est vrai", a répondu mon interlocuteur.
     
    À Washington le cynisme règne. Les principales organisations des droits de l'homme présentes dans la ville n'ont pas fait grand-chose lorsque, à la suite coup d'État de 2004, des dizaines de milliers de Haïtiens ont été tués et des représentants du gouvernement légaljetés en prison. D'ailleurs, à l'instar des organisations "pro-démocratie" de la ville, elles ne semblent pas juger digne d'attention le fait que l'ancien président ne puisse pas retourner dans son pays – ce qui constitue pourtant une violation de la Constitution haïtienne et du droit international – ni le fait que son parti, encore le plus populaire, soit interdit d'élections. Et c'est sur elles que s'alignent les principaux médias.
     
    Dans le cadre des élections qui se déroulent actuellement, l'Organisation des États d'Amérique, dont Washington tire les ficelles, cherche à imposer à Haïti les candidats au deuxième tour. Voilà à quoi ressemble la démocratie selon Washington.
     
    Or, Aristide vit toujours, en exil forcé en Afrique du Sud. Il reste le leader politique le plus populaire parmi les Haïtiens; sept ans d'absence n'ont pas suffi à l'effacer de leur mémoire. Tôt ou tard, il reviendra.

     





    Merci à Bellingham Herald
    Source: http://www.bellinghamherald.com/2011/01/20/1825636/blocking-aristides-return-to-haiti.html
    Date de parution de l'article original: 20/01/2011
    URL de cette page: http://www.tlaxcala-int.org/article.asp?reference=3455


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